Futbol patio

El Fútbol-patio

El llamado "Fútbol-patio" era tremendo fútbol que solíamos jugar de pequeños en las horas de recreo. Realmente se recuerda como algo nostálgico las sudadas que nos pegabamos ya de niños pegando unos cuantos chutes al balón. Pero aquel fútbol distaba mucho del fútbol normal, era un fútbol con reglas no marcadas pero que había que seguir al pie de la letra. Y sobretodo, era un fútbol con muchas cosas curiosas.

La disposición de los jugadores en el campo era bastante arbitraria.

La mayoría de los equipos, formados por 20 o 25 jugadores (jugador arriba jugador abajo) se colocaban en el campo de forma más o menos así: Un portero (porque poner más no se podía que sino…), un defensa (el más fuerte de la clase), dos o tres medios (jugadores habilidosos) y aproximadamente 20 delanteros en donde había de todo. Desde los jugadores buenos que incluso celebraban los goles con las celebraciones de los jugadores de la época, en la mía, pongamos Romario o Zamorano; y jugadores con mala fe, los llamados "Chupa-postes" , algo muy mal visto ya que eran jugadores que no se movían en todo el partido sólo cuando el balón estaba en la portería contraria donde se dedicaban a molestar al portero y rematar los goles……pongamos como ejemplo hoy en dia a Raul.

A la hora de pitar las faltas también era complicado, al no haber árbitro se decidía a votación popular, las manos eran voluntarias o involuntarias según se viese, las faltas eran o no eran según quien las hiciese y sobretodo los penaltis eran algo muy curioso. Resulta que si a alguien le hacían falta dentro del área (es un decir, lo suficientemente cerca de la porteria) era penalti y todos se quejaban:
–¡¡Penalti penalti!!
A lo que justo después del golpe el balón casualmente entraba dentro de la portería (llamale portería, llamale dos chaquetas puestas a una distancia considerable) y todo el mundo gritaba:
– Aahh, ¡¡Penalti y gol es gol!!
Ley clásica donde las haya del fútbol-patio…

 

Lo mejor estaba al final del partido, cuando el partido estaba más que sentenciado con un 8-0 a favor de uno de los equipos, y el timbre apunto de sonar, alguien con una lucidez extrema y siempre (casualidades de la vida) del equipo que llevaba cero goles en su casillero soltaba la frase:
– ¡¡El que marque gana!!
Claro, ¡y qué más! , imaginad un Valencia-Madrid en el que el Valencia vaya ganando por 5-0 y de repente saltase Casillas y dijese, "el que marque gana". Va, marca el inutil de Raúl y victoria para el Madrid, ¿sería justo? Pues lo mismo.

En fin, fútbol-patio, todo un mundo del que no éramos conscientes…